Chiapas
A la mañana siguiente nos dirigimos al sureste hacia Emiliano Zapata por la carretera 203; pronto nos adentramos en el estado de Chiapas, que siendo uno de los más pobres del país -no cuenta con los recursos petroleros que tiene Tabasco-, tiene poderosos ríos, que generan más de la mitad de la energía eléctrica del país. Sus 4 presas aprovechan el potencial hidráulico del estado. Una desviación al sur nos lleva a Palenque.
Palenque
Palenque se encuentra en medio de la selva tropical, en la sierra chiapaneca de Los Naranjos, donde se inicia la elevación. Se encuentra dentro del Parque Nacional Palenque (entrada al parque $20, a zona arqueológica $51).
Este sitio arqueológico pertenece al período clásico, al igual que Comalcalco y Yaxchilán. Su decoración es más elaborada que en los sitios preclásicos.
En este sitio sobresale la tumba de Pakal, que se descubrió en el interior del Templo de las Inscripciones en 1952. Pakal vivió de 603 a 683. Cuando tenía 9 años, su padre fue capturado. Como algo excepcional, su madre asumió el poder temporalmente durante 3 años. En el Palacio, vemos un relieve donde la madre lo corona.
La excavación en el Templo de las Inscripciones duró muchos años. Después de descubrir la entrada en la parte alta del Templo de las Inscripciones, había que retirar las piedras con las que se tapó la larga escalinata que lleva hasta la tumba. Durante años, el arqueólogo Ruz L'Huiller enviaba reportes sobre "la escalera que no llevaba a ninguna parte..." sin llegar a descubrir la tumba. Así pasaron varias temporadas, hasta que su esposa le puso un ultimátum... y coincidió con el hallazgo de la tumba. Ya no se puede ingresar al interior de la tumba de Pakal, pero existen reproducciones a escala real en el Museo de Antropología de la ciudad de México y en el Museo del Jade en San Cristóbal de las Casas.
Frente al Templo de las Inscripciones vemos la tumba del Ruz L'Huiller, en homenage a su descubrimiento, uno de los más fascinantes en nuestro país.
A la derecha del Templo de las Inscripciones, en el Templo 3, se encuentra la tumba de la Reina Roja, fechado entre 200 y 900. Se puede acceder al pasillo y mirar al interior del cuarto central donde se encuentra la tumba, pintada de rojo en su interior.
Subiendo hacia la izquierda del Templo de las Inscripciones, entramos al Palacio, que cuenta con drenaje, temascal, restos de bóvedas mayas y relieves con imagenes de prisioneros. Tiene gran variedad de espacios, pasillos, escaleras. En uno de sus patios interiores pudimos ver hacia el interior, el mural de la coronación de Pakal. En esta área del sitio, todo hace referencia a Pakal.
El gobernante era responsable de mantener el orden entre los tres niveles cosmogónicos: el cielo, la tierra y el inframundo. Pakal le entregó el poder a su hijo Chaam Balúm, y este período se plasma en la Plaza de las Cruces, que se encuentra detrás del Palacio. Se cree que eventualmente se encontrarán sus restos en esta área.
Saliendo por atrás de la Plaza de las Cruces, se pasa por el río, en una zona conocida como el Baño de la Reina. Más adelante vemos la belleza de la cascada de Las Pozas, cuyo río se cruza en un puente colgante. En nuestro caminar por la vereda, entre la selva, escuchamos aullidos a la distancia. Hay una reserva de monos aulladores muy cerca de la zona arqueológica.
Visitar el sitio de Palenque lleva un día, muy bien empleado. A la salida hay un museo del sitio y una reserva ecológica vecina.
Nos hospedamos en el Hotel Misión Palenque, donde nadamos y cenamos luego de un día muy bien aprovechado.
Cascada Las Pozas
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